Aunque normalmente estamos acostumbrados a analizar las últimas tendencias y los equipos de más alta gama, a veces conviene adentrarnos en la gama media para descubrir todo tipo de dispositivos (desde smartphones o tablets hasta PC) que no tienen nada que envidiar a sus hermanos mayores, siempre dependiendo del uso que les queramos dar.
En el caso de los ordenadores portátiles encontramos un buen reflejo de ello en el portátil Satellite PRO R50-119, un equipo de precio asequible (aunque en su web indican que ronda los 700 euros, desde Toshiba nos aseguran que su precio real es de 580 euros e incluso podemos encontrarlo por 540 € en Amazon) orientado específicamente a las necesidades empresariales de pymes y autónomos. La firma nos explica que este portátil es capaz de ofrecer las capacidades que este tipo de profesionales requieren sin aspavientos mayores, lo cual ayuda a que el ordenador encaje en sus presupuestos.
Una vez que lo tenemos entre nuestras manos, lo primero que nos sorprende su buen conseguido acabado exterior, en negro mate, del que sólo destaca el logo de Toshiba en la parte trasera. El terminal es extremadamente delgado para el tipo de equipos que suelen utilizarse en el entorno empresarial: tan sólo 25 milímetros de grosor y 2,3 kilos de peso.
Lo ponemos en funcionamiento y descubrimos que no es un portátil nada lento en tareas cotidianas como abrir el correo electrónico, utilizar programas ofimáticos o navegar en Internet. Incluso con reproducción de vídeo y varios procesos en segundo plano es capaz de ofrecer un rendimiento aceptable. Todo ello es posible gracias a su procesador Intel Core i5 4210U a 1,7 Ghz de velocidad, aunque su velocidad puede aumentarse artificialmente hasta 1 Ghz adicional por medio de la tecnología TurboBoost de Toshiba.
Cuenta con 4 Gb de memoria RAM (DDR3, ampliable hasta 16 Gb) y sus opciones de almacenamiento estándar consisten en un disco duro de 500 Gb (que cuenta con un sensor 3D que detecta vibraciones en el disco e impide que se dañe) y un lector/grabador de DVD. Dispone, asimismo, de conectividad WiFi, lector de tarjetas SD y conexión HDMI, además de los habituales puertos USB 2.0 (1) y USB 3.0 (2).
Regular calidad gráfica y pantalla sin mucho detalle
Como decíamos, este modelo de Toshiba no está orientado al mercado doméstico ni al entrenamiento digital, sino a las necesidades de pequeños emprendedores. Por ello, la firma asiática ha metido la tijera en todo el aspecto gráfico con el fin de abaratar los costes de producción de este portátil.
Así, el Satellite PRO R50-119 utiliza la tarjeta gráfica Intel HD Graphics 4400 integrada con el procesador que funciona perfectamente en funciones como la reproducción de vídeos pero que no es factible para ejecutar videojuegos o tareas más complejas.
A la inexistencia de una tarjeta gráfica dedicada hemos de unir el mal contraste que ofrece la pantalla de 15,6” del equipo. A pesar de su retroiluminación LED, la calidad de imagen que atesora es muy baja, condicionada también por el hecho de que sea una pantalla antireflectante, es decir, mate. De esta forma, el portátil puede utilizarse en exteriores sin preocuparnos por los reflejos sobre nuestra pantalla.
Por lo demás encontramos un buen portátil al uso, con webcam incorporada, panel multi-tocuh con dos botones físicos, un teclado confortable y una batería de iones de litio de 4 celdas. Desde el fabricante aseguran que su autonomía puede llegar a alcanzar las 6 horas y 25 minutos, aunque en nuestras pruebas nunca ha superado las 4-5 horas de uso medio.
Sin duda, una opción a considerar por aquellos trabajadores o pymes que no tengan grandes presupuestos disponibles, pocas exigencias técnicas para sus equipos informáticos pero que quieran contar con portátiles resistentes, de buen diseño y con unas funcionalidades más que aceptables.